El pintor onubense Daniel Vázquez Díaz (1882-1969), natural de Nerva, es uno de los más destacados artistas españoles de la primera mitad del siglo XX. Y aún después de la guerra civil, cuando la mayor parte de los vanguardistas habían desaparecido o se habían tenido que exiliar, la pintura de Vázquez Díaz se configuró como la principal propuesta renovadora, aunque en un clima de excepción y al margen de la evolución normal del arte europeo contemporáneo. Su solidez formal le hizo acreedor de los máximos honores y alabanzas.

Considerado un artista entre el realismo y el cubismo (también denominado por otros como neocubismo) fue un retratista y paisajista sobresaliente. Dentro de su obra destaca la decoración mediante frescos de unas salas del Monasterio de La Rábida (Palos de la Frontera) como una alegoría de carácter muy personal del Descubrimiento de América.

Díaz Caneja, Caballero, Ibarrola y Canogar fueron algunos de los discípulos de Vázquez Díaz.

Cristino de Vera, que a partir de 1951 acudió durante seis años a su estudio de la calle de María de Molina ha declarado que Daniel Vázquez Díaz "trajo la modernidad a España". "Don Daniel era una institución, una persona entrañable y un pintor complejo y muy sólido en una época difícil. Una vez que fui a París me pidió que fotografiara sus estudios, uno que compartió con Modigliani, cerca del del Picasso. Le gustaba la enseñanza, más para distraerse porque necesitaba hablar mucho".