Búsqueda personalizada
El arte en España a partir de 1980

Al igual que en otros países de Europa, en España las tendencias relacionadas con el concepto impuesto por la transvanguardia, es decir, con el nomadismo o libertad de reciclar lenguajes del pasado, a través de revitalizar determinados fragmentos, tuvo también a lo largo de la década de los ochenta numerosos adeptos.

En los últimos años se ha impuesto más bien en el panorama artístico español un tipo de lenguaje híbrido entre abstracción y figuración.

PINTURA EN ESPAÑA

Se observan opciones realmente diferenciadas, en tanto, que aparte de los lenguajes abstracto y figurativo, más o menos esquemáticos, existen representantes de la modalidad expresionista que, sin parecerse demasiado a la corriente germánica, presenta sin embargo ciertas características de analogía.

PINTURA NEOEXPRESIONISTA


De todos los jóvenes pintores españoles que más rápidamente se introdujeron en ámbitos extranjeros y cuya obra fue valorada internacionalmente, Miquel Barceló (1957) es el más significativo.

Después de haber estudiado durante un tiempo en la Escuela de Artes y Oficios de Palma de Mallorca, así como en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, Miquel Barceló fue, por un corto período de tiempo, un artista conceptual. Algo más tarde empezó a viajar y, de modo autodidacta, estudió en profundidad la pintura de los grandes maestros del pasado como Velázquez, Valdés Leal o Goya.

Los temas abordados en las pinturas de Miquel Barceló hacen referencia a paisajes - a mediados de los años ochenta pintó sobre todo zonas de la costa de la isla de Mallorca, donde nació -, también naturalezas muertas, algunos personajes y animales. En todas esas obras se advierte cómo el artista emplea procedimientos mixtos sobre tela, obteniendo zonas de gruesos empastes y pinceladas perfectamente visibles.

Al igual que en la mayoría de pinturas que se inscriben en el seno de cualquier tendencia posmoderna, en la pintura de Barceló se detectan numerosos elementos que tienen un tinte irónico.

En los últimos tiempos Barceló combina sus estancias en París, donde reside habitualmente, con largos períodos en Mali y va a descansar a Felanitx, su población natal. Los contrastes acusados entre todos esos lugares desencadenan una iconografía completamente distinta en sus series de pinturas.


PINTURA CON ELEMENTOS SÍGNICOS

Un tipo de pintura muy personal y, por tanto, difícil de clasificar es la que realiza Joan-Pere Viladecans (1948), cuya obra ha fluctuado siempre entre la abstracción y la figuración, pues sobre unos fondos totalmente abstractiformes - constituidos por manchas - el artista sitúa un amplio repertorio de signos y también, en algunos casos, de elementos procedentes de la flora y de la fauna.

A lo largo de su evolución Viladecans ha optado por emplear una gama cromática intensa, exaltada y muy contrastada, factor que imprime un carácter muy peculiar a sus realizaciones.

Los soportes de pasta de papel hecho a mano y el colorido vivo y contrastado empleado por Viladecans son una constante a lo largo de toda su trayectoria.

PINTURA FIGURATIVA


En Madrid, tras las experiencias de uno de los pocos artistas que, en la década de los sesenta, como es Luis Gordillo, desarrollara una pintura figurativa muy peculiar, son bastantes los jóvenes pintores que optaron por seguir también una tendencia similar. Entre ellos cabe mencionar a Guillermo Pérez Villalta, Chema Cobo, Carlos Alcolea y Manolo Quejido.

Pérez Villalta (1948), realiza un tipo de pintura típicamente posmoderna, en la que afloran citas y fragmentos, tanto de obras del pasado como correspondientes al presente siglo. Las temáticas desarrolladas por Pérez Villalta son muy variadas y pueden distinguirse obras en las que se aborda una iconografía religiosa, mientras que en otras es de carácter mitológico. En algunos de ellos no faltan ciertos aspectos ironizantes.

PINTURA ABSTRACTA


Son muchos los artistas que trabajan en distintos lugares de España, en un tipo de pintura que conecta con soluciones abstracto-informales. Uno de los artistas que ya a principios de los años sesenta decidió situarse esa línea es José Manuel Broto (1949). Su lenguaje se caracteriza por su fuerza expresiva que, muchas veces, deriva de un especial modo de tratar el color. En sus grandes telas, las manchas y goteados alternan con pinceladas gestuales de gran dinamismo.

Un artista que a principios de los ochenta abandonó el lenguaje neoexpresionista que le caracterizaba, para sumergirse en un lenguaje abstracto es Jose MĒ Sicilia (1954). Algunas de sus obras de mediados de los ochenta llegaron a ser catalogadas como manifestaciones tenebristas, debido a la frecuencia con que el color negro se encontraba presente, inundando las superficies de sus telas. No obstante, existen otras muchas realizaciones, algo posteriores, en las que el artista vuelve a recurrir a establecer fuertes contrastes cromáticos en estructuras compositivas concebidas a modo de dípticos o bien en configuraciones cuadrangulares.

Una pintora realmente distinta es Soledad Sevilla, en cuya obra absolutamente abstracta, se perciben conexiones con la superficie de color de Rothko, aun cuando sus gamas cromáticas son muy distintas a las del artista norteamericano.


ESCULTURA E INSTALACIONES

En el ámbito escultórico ha habido en España numerosos artistas que con su tarea han contribuido a renovar profundamente las diversas posibilidades tanto formales como técnicas. Una de las escultoras que ha realizado una aportación muy significativa es Susana Solano (1946). Esta artista trabaja, con preferencia, en formato de gran tamaño, utilizando metales distintos, como acero galvanizado y plomo. Crea estructuras constituidas por planchas, varillas o enrejados, consiguiendo resultados que, a veces, presentan un rigor minimalista.

Otro escultor cuya obra representa también ciertas conexiones con la estética minimal es Sergi Aguilar, aún cuando su modo de trabajar nada posea en común son el sistema de los norteamericanos.

En una concepción muy personal de la escultura se encuentra Cristina Iglesias (1956), cuya obra se caracteriza, ante todo, por la heterogeneidad de los materiales empleados, como hormigón, vidrio coloreado, planchas de cobre, cinc o fragmentos de madera.

Por su parte, el artista catalán Jaume Plensa (1955) es uno de los artistas más significativos del momento. Plensa ha pasado, desde inicios de los ochenta, por etapas muy diferentes, en las que ha abordado temas distintos; desde obras de carácter estrictamente geométrico hasta piezas en las cuales ha conjugado diversas formas orgánicas.

Otro escultor muy interesante es Gabriel Sanz Romero (1954), conocido como Gabriel, que persigue en sus más recientes realizaciones una perfección técnica absoluta; además puede observarse una tendencia a valorar de una manera tradicional el espacio.

En el campo de las instalaciones podrían citarse numerosos artistas que, como Joan Rom, Juan Muñoz, Pep Duran i Esteva o Isabel Banal han sabido otorgar a sus conjuntos de piezas un carácter sumamente personal, poniendo de relieve el interés que tienen por emplear tanto el objeto descontextualizado como elementos construidos por ellos. La conjugación de materiales muy diversos es quizás una de las constantes a destacar cuando se habla de las nuevas opciones en el campo de la escultura. Puede afirmarse que prácticamente no quedan materiales de los que configuran el mundo actual por investigar e integrar en las instalaciones.

 
lo+buscado
OTROS TEMAS INTERESANTES
PÁGINAS RECOMENDADAS